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UNA PRODUCTORA DE MARIANO E. RODRÍGUEZ


Summertime: Filmé este corto con la indiferencia del sol como único testigo. La playa se extendía, brutal y desnuda, bajo el peso de un cielo que no pedía permiso para arder. Los cuerpos se movían como sombras anónimas, consumidos por una danza sin propósito, mientras el mar, eterno y absurdo, rompía contra la orilla sin esperar respuesta. Cada encuadre atrapaba esa belleza hostil, el contraste entre la luz cegadora y las huellas que el agua borraba sin remordimiento. Todo lo que filmé me pareció ajeno, incluso mi propia presencia, como si el verano fuera un dios que se reía de nuestras pequeñas pasiones. Reel: Filmé estas imágenes en la ciudad que, bajo el peso del invierno, se vuelve silenciosa. Las sombras, agudas y largas, se desplazan por las calles vacías como una suave amenaza. Las personas se mueven con la precisión de un reloj, cada paso un eco de los otros, sus rostros ocultos bajo abrigos y bufandas. La ciudad no respira, pero sigue funcionando, como una máquina que, aunque no tiene prisa, nunca detiene su marcha. En el frío, hay una cierta calma, como si todo estuviera en su lugar, esperando que el tiempo pase sin urgencia. La conséquence de l'amour Conocer la composición en el cine es adentrarse en la arquitectura invisible que sostiene el sentido de la imagen. Es entender que cada plano no solo es un corte en el tiempo, sino una grieta donde se reflejan las angustias y los silencios del alma. La composición es la geometría del pensamiento, la manera en que la luz y la sombra conversan sin decir palabra. En este cortometraje, esa tensión se despliega en cada esquina, donde lo visible y lo oculto se abrazan en un diálogo sin fin. Las cámaras estuvieron a cargo de Enrique Berduc, Cristian Albarenga y Marina Lisasuain. Con la participación especial de Irene Weinzettel. La dirección estuvo a cargo de Mariano E. Rodríguez. La edición se realizó en conjunto, pero en cada corte, la esencia misma del ser se deshizo lentamente.


L'Eternel Retour fue un cortometraje nacido del aislamiento y la introspección, un testimonio de mi lucha interna por entender lo que me habitaba. A través de la cámara, intenté comprender lo que me atormentaba, lo que deseaba dejar atrás. Ignoro si la mujer que aparece en las imágenes es real o una proyección de un presente caótico, si no más promiscuo, uno que no me decidía a olvidar. Esta figura, como muchas otras, se desvanecía a medida que me alejaba de mi pasado. Cada encuadre fue un intento de reconciliarme con esa parte de mí que se aferraba sin oportunidad alguna. Exiliado en mi hogar, donde el tiempo había decidido ignorarme, este cortometraje y todo aquello que vino luego, me hizo renacer. Escrito, dirigido y filmado con una sola cámara, L'Eternel Retour se desarrolló en el confinamiento de mi espacio, creando una narrativa que solo yo podía controlar. Luego de ese proyecto abandoné la producción audiovisual, como quien deja atrás una herida que no sabe cómo cerrar. Sentí que mi viaje con la cámara había terminado, ya no podía capturar más que vacío. La necesidad de encontrar un sentido más elevado me obligó a realizar preguntas en lugares donde no había respuestas. Y en mi desconcierto, comprendí que la cámara ya no bastaba. Mi cámara no tenía la suficiente sensibilidad para capturar el camino. Entonces la verdad se convirtió en una sombra, y el mundo de la imagen dejó de ser mi refugio. Necesitaba algo más, y sabía que el lente de una cámara jamás podría retener. Vertigine En La insoportable levedad del ser, el escritor Checho, Milán Kundera se pregunta: “¿Qué es el vértigo? ¿El miedo a la caída? ¿Pero por qué también nos da vértigo en un mirador provisto de una valla segura? El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados.” Video experimental por Mariano E. Rodríguez. Liebe ist kälter als der Tod La frialdad del amor se extiende lentamente, como un vacío que consume cualquier calor residual. Cada gesto se vuelve más distante, como si las emociones ya no pudieran alcanzar la conexión que una vez existió. En este espacio, la muerte se insinúa, no como un final, sino como una presencia constante que se desliza en la frialdad de los sentimientos. Todo se detiene en el tiempo, reflejando la indiferencia entre el amor y la muerte. Técnica utilizada: Slow Motion.
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